lunes, 28 de diciembre de 2009

El valor de la investigación científica



Las universidades ejecutan el 60% del presupuesto de I+D+i en España, convirtiéndose así en el canal fundamental para la transformación del conocimiento en progreso socioeconómico. A la luz de este dato, parece más desalentadora la noticia de que las Universidades de A Coruña y Vigo dejen escapar a los investigadores de uno de sus programas más destacados.

Se trata del Parga Pondal, iniciativa que animó a muchos jóvenes que hicieron carrera en el extranjero a regresar a Galicia para desarrollar aquí sus investigaciones. El acuerdo implicaba que después de cinco años trabajando para la universidad, se les ofrecería una plaza estable en su área. Pero tanto la UDC como la UVigo no han sacado a concurso ningún puesto para estos científicos, en un contexto de recesión en el que recibirán 10 millones de euros menos de partidas públicas.

Pero el problema que amenaza con condenar al paro estos investigadores gallegos no es una cuestión de crisis únicamente. Nuestra dificultad es traducir el evidente potencial científico de Galicia en potencial económico. Poseemos una gran reserva de conocimiento y de nuevas y buenas ideas, pero algo falla a la hora de ponerlo en valor. El camino es lograr la implicación del mundo empresarial, llegando a acuerdos con las firmas, o con la constitución de nuevas compañías. Cuanto mayor sea la inversión privada en innovación, mayor será la eficiencia.

En ese sentido, España ocupa el puesto 23 entre 30 países de su entorno a la hora de demostrar la competitividad de los resultados de inversión en I+D+i, según un estudio realizado por la consultora Deloitte para la Cámara de Comercio de Madrid. Según datos de este trabajo, la inversión privada española supone el 57,1%, mientras que el 42,5% proviene de fondos públicos. Este sistema no genera el estímulo suficiente para incentivar la inversión del capital privado, que prácticamente se reduce a grandes empresas. Lo más llamativo, es que según afirma el estudio, países menos poderosos económicamente, como Turquía, Rumanía y Portugal; demuestran saber utilizar los recursos de forma más eficiente que el resto.

La situación de los investigadores gallegos del Parga Pondal refleja la falta de un modelo de desarrollo económico que ayude a planificar la asignación óptima de los recursos públicos y privados para alcanzar sociedad en continuo avance.

Los datos de captación de jóvenes científicos de la última convocatoria del Consejo de Europa de Investigación dicen que España es el cuarto país europeo en captación de joven talento, y más de la mitad de esas jóvenes promesas escogen Cataluña. Si Galicia no erige a la innovación científica y empresarial en prioridad, el talento investigador se irá a regiones donde haya una mayor apuesta de I+D.

Tesa Díaz-Faes
Directora de Innovamás y de MundiNova Consultores

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Cultura Lean, un pensamiento innovador


El pensamiento o cultura Lean es una filosofía-enfocada a que las empresas y organizaciones mejoren su posición competitiva, alcancen una alta eficiencia, eliminen los elementos que no aportan valor y se centren en la mejora continua.

Este sistema ha sido definido como una metodología de excelencia orientada a eliminar el desperdicio (las actividades que no le dan valor agregado a los procesos para la fabricación, distribución y comercialización de productos y/o servicios), aumentando el valor de cada actividad realizada. Esto permite a las empresas reducir costes y refinar sus procesos, además de aumentar la satisfacción de los clientes y mantener el margen de utilidad.

Los conceptos de Lean Manufacturing (surgidos del Sistema de Producción Toyota) son aplicables a lo que conocemos como Cultura Lean. Porque la Lean Manufacturing parte del principio de eliminar el desperdicio, y siempre que se hace una actividad, sea lo que sea, hay desperdicio implícito. La idea del pensamiento Lean es reducirlo o eliminarlo. La Cultura Lean es una nueva manera de pensar en las organizaciones para eliminar el desperdicio. La cultura Lean proporciona a las compañías herramientas para sobrevivir en un mercado global que exige calidad más alta, entrega más rápida a más bajo precio y en la cantidad requerida.

Los 5 principios de la Cultura Lean:

1. Definir el valor desde el punto de vista del cliente: La mayoría de los clientes quieren comprar una solución, no un producto o servicio.
2. Identificar la corriente de valor: Eliminar desperdicios encontrando pasos que no agregan valor, algunos son inevitables y otros son eliminados inmediatamente.
3. Crear flujo: Hacer que todo el proceso fluya suave y directamente de un paso que agregue valor a otro, desde la materia prima hasta el consumidor final.
4. Producir al gusto del cliente: Una vez hecho el flujo, se es capaz de producir por órdenes de los clientes en vez de producir basado en pronósticos de ventas a largo plazo.
5. Perseguir la perfección: Una vez que una empresa consigue los primeros cuatro pasos, se vuelve claro para aquellos que están involucrados que añadir eficiencia siempre es posible.

La parte fundamental en el proceso de desarrollo de una estrategia Lean es la que afecta al personal, ya que muchas veces implica cambios radicales en la manera de trabajar, algo que por naturaleza causa desconfianza y temor. Hay que cambiar incluso el modo de relacionarse. Hay que aprovechar la creatividad e inteligencia de los trabajadores, estando atento a sus ideas desde el liderazgo. El concepto de Lean Enterprise implica la anulación de los mandos y su reemplazo por el liderazgo. La palabra líder es la clave.

lunes, 14 de diciembre de 2009

El arte de Innovar



Los premios INNOVAE han nacido con motivo de la celebración en 2009 del Año de la Creatividad y la Innovación. Su objetivo es impulsar la creatividad a nivel personal y la innovación a nivel empresarial, a través del reconocimiento de las mismas en dos categorías. Esta iniciativa corre a cargo de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT).


En la categoría de creatividad personal, ha sido galardonado Antoni Abad, artista catalán de la corriente del net art. En la sección de innovación empresarial, el premio ha recaído en el grupo navarro de empresa M. Torres, especializado en tecnologías avanzadas para el desarrollo de soluciones novedosas en la automatización de procesos industriales.


Antoni Abad es un artista experimental español, con un amplio reconocimiento dentro del mundo del videoarte y del net art (producción artística realizada para Internet). Su obra está presente en las colecciones del Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, y en el Museo de Arte Abstracto de Cuenca. En la actualidad se puede ver en la red su obra "Sísifo”.



El grupo M. Torres está formado por un conjunto de empresas dedicadas al Diseño, Desarrollo y Fabricación de Sistemas de Automatización de procesos industriales y soluciones para el sector medioambiental. Destaca en el sector aeronáutico, la industria del papel y la energía eólica. Entre sus patentes más interesantes se encuentran las máquinas de soldar por láser, el sistema Torresclip para construcción de estructuras o el montaje de aerogeneradores en el mar (cimentación de anclaje).