martes, 10 de septiembre de 2013

El Centro Tecnológico AIMEN desarrolla microagujas para introducir fármacos sin dolor y sistemas portátiles de diagnosis más económicos y efectivos

El Centro Tecnológico AIMEN, lidera un el consorcio europeo FaBiMeD que investiga nuevas metodologías de fabricación de componentes médicos, con los objetivos de minimizar sus elevados costes de producción, mejorar su efectividad e incrementar su grado de accesibilidad para facultativos y pacientes.



El proyecto se centra en la elaboración de tres tipos de dispositivos, que servirán de demostradores de las novedosas tecnologías de fabricación investigadas. Se trata de microagujas adaptables a diferentes tipos de piel para administrar medicamentos sin producir dolor en los pacientes, sistemas portátiles de diagnosis, mediante el análisis instantáneo de distintos indicadores a partir de una sola gota de sangre; y sensores de ultrasonidos introducidos por catéter miniaturizado, para poder reproducir imágenes de las venas del paciente (técnica IVUS). La previsión inicial es que en un plazo aproximado de cinco años estén en el mercado los productos fabricados con las tecnologías de fabricación FaBiMed.

En los últimos años se han creado numerosos microdispositivos médicos personalizados o adaptados a grupos específicos de pacientes, orientados a administrar terapias avanzadas o para la realización de diagnosis inmediata. Entre sus cualidades destacan su funcionalidad, el empleo de materiales biocompatibles y su alta adaptabilidad, al ser diseñados a medida. Sin embargo, la falta de flexibilidad ante nuevos desarrollos, la baja productividad y los elevados costes de fabricación han ralentizado su desarrollo, por lo que el consorcio pretende ofrecer una solución para que estos dispositivos lleguen a un mayor número de ciudadanos buscando procesos alternativos de producción.
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Esta iniciativa está cofinanciada por la Comisión Europea bajo el Séptimo Programa Marco y en él participan 12 socios europeos bajo el liderazgo del Centro Tecnológico AIMEN: tres pymes europeas dedicadas a la producción de dispositivos médicos -CROSPON (Irlanda), SENSLAB (Alemania) y AFM (Inglaterra)-, dos especialistas en procesos de fabricación –ADAMA (Irlanda) y PROMOLDING (Holanda) y una centrada en el diseño de componentes ópticos personalizados –TDS (España)-. Asimismo, se apoyan en otros tres centros tecnológicos –FAUNHOFER (Alemania), RECENDT (Austria) e INEGI (Portugal); las Universidades de Aveiro y Oporto (Portugal), la Universidad de Birmingham (Inglaterra) y el Trinity College de Dublín (Irlanda); y, por último, el SERGAS, a través del servicio de Cardiología del Hospital Universitario de Santiago de Compostela, será la entidad encargada de validar los desarrollos realizados en el marco de esta iniciativa.