Las mujeres gallegas que trabajan en el ámbito de la I+D+i reciben un menor salario y cuentan con peores contratos que sus compañeros varones, que ostentan, además, la mayor parte de los cargos directivos.
Así lo refleja el estudio 'Situación de las mujeres en el Sistema Ciencia-Tecnología-Empresa de Galicia', realizado por la Unidade Muller e Ciencia, y en el que se evidencian las desigualdades que viven las investigadoras gallegas.
En concreto, únicamente el 56,4 por ciento de las mujeres gallegas investigadoras tienen contratos indefinidos, frente al 75,3 por ciento de los hombres, y mientras que el 25,9 por ciento de los investigadores percibe un sueldo de más de 2.500 euros anuales, el porcentaje de mujeres en la misma situación desciende hasta el 15,5 por ciento.
Asimismo, el 61 por ciento de las personas que están en puestos de dirección en grupos de investigación son hombres, mientras que la situación se invierte en el caso de los becarios, dado que el 62 por ciento son mujeres. Esto sucede a pesar de que las mujeres disponen de más doctorados.
El 70,2 por ciento de las mujeres que trabajan en I+D+i en Galicia lo hacen en el sector público, mientras que, del total de personas que trabajan en este ámbito en la Comunidad en el sector privado, únicamente el 33 por ciento son mujeres.
Así, según evidencia este estudio, en el área de investigación en la que hay más gente empleada (la de las tecnologías de la información y de la comunicación) únicamente un cuatro por ciento son mujeres. En contraposición, ellas están presentes en mayor medida en otros ámbitos como la biomedicina y ciencias de la salud y el medio marino.
Por otra parte, el 63,3 por ciento de las investigadoras en Galicia tienen menos de 35 años, frente al 54,9 por ciento de los hombres que están en esta situación. Más de la mitad del personal que trabaja en esta área, según el estudio, está por debajo de esta edad.
El eterno problema de la conciliación familiar
El 38 por ciento de las mujeres encuestadas cree que es posible que se vea en la necesidad de abandonar su carrera investigadora por motivos familiares, de los cuales la maternidad es el principal, mientras que la paternidad solo condiciona el trabajo al 7,3 por ciento de los hombres.
Asimismo, el 29,1 por ciento de las mujeres afirman que ya han visto condicionada su carrera por motivos familiares en algún momento, el doble que los hombres.
Esto se refleja en que el 66,8 por ciento del personal que trabaja en el sistema de ciencia-tecnología-empresa de Galicia no tiene descendencia, una cifra que se eleva al 71,1 por ciento en el caso de las mujeres.
Según se desprende del estudio, el perfil de la investigadora en Galicia es el de una mujer entre 25 y 35 años que vive en pareja y tiene un doctorado o licenciatura en ciencias experimentales. Además, en una gran proporción, no tendrá hijos.