La innovación es hoy una tarea
estratégica con un gran potencial de desarrollo en las empresas de todos los
sectores. Sin embargo, a pesar de su crecimiento en estos últimos años, todavía
es una actividad incipiente en términos relativos, sobre todo en países como
España, en los que la crisis lleva tiempo paralizando considerablemente los
proyectos de I+D+i. Su principal barrera es la falta de capital o inversión.
Mejorar la financiación de la
innovación es uno de los principales retos de la competitividad empresarial
para este 2012. Son múltiples las vías de solución posibles para llevarlo a
cabo, como impulsar fondos especializados en cada una de las fases de
inversión, crear avales científicos e industriales profesionales o desarrollar
programas de formación especializados en este ámbito.
No se trata sólo de presentar
proyectos a las líneas de subvenciones de la Administración pública o de
concurrir a programas europeos de investigación, optimizar la apuesta económica
por la I+D+i pasa por dinamizarla en el ámbito de la iniciativa privada. Es
clave proponer acciones que faciliten el contacto entre los inversores, principalmente
entidades de capital riesgo y redes de Business Angels, con los promotores de
ideas de negocio con altos componentes innovadores y gran potencial de crecimiento.
En Galicia existen redes de
inversores privadas, que necesitan ser más conocidas y ser tomadas como una
alternativa eficaz de futuro en el ámbito de la financiación: Uniban, Bang,
InnoBAN y RedInvest son ejemplos destacados. También es una buena noticia que
en la comunidad gallega ya se están consolidando eventos que acercan a
inversores y emprendedores, como el Foro Inversión Galicia o Vindeira Capital Network.
Por otra parte, uno de los
principales problemas que deben afrontar las pymes innovadoras es la obtención
de los fondos necesarios para desarrollar sus proyectos, sobre todo en las
etapas iniciales de la vida de la empresa o de la puesta en marcha de dichos
planes. La mayoría tienen que recurrir a los préstamos bancarios (que con la
crisis económica se han vuelto casi imposibles de conseguir), principalmente a
corto plazo, y a los capitales propios. Sólo una pequeña parte de ellas son
capaces de obtener los préstamos a largo plazo, necesarios para desarrollar las
innovaciones, por no contar con los conocimientos necesarios relacionados con los
mecanismos de financiación a su alcance. Los directores de proyectos de I+D+i o
los pequeños empresarios innovadores están principalmente orientados
profesionalmente hacia la ingeniería o la ciencia y, por lo tanto, suelen
contar con una escasa preparación económico-financiera. Por ello, es muy
importante, y en muchas ocasiones lo olvidamos, ofrecer más formación con
respecto al acceso a la financiación.
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