viernes, 11 de febrero de 2011

La atracción del talento como motor económico


En el momento actual, el talento es el valor diferencial por excelencia, y la competitividad de las empresas y regiones está directamente relacionada con la capacidad que éstas tengan para atraer, retener y desarrollar talento. Ello se debe a la creciente complejidad en el mundo de los negocios, al mayor nivel formativo de las personas y al desarrollo del espíritu emprendedor, la aparición de nuevas profesiones relacionadas con la tecnología… Las organizaciones comienzan a girar en torno a las personas con talento y amplia capacidad intelectual y a sus necesidades, y no al revés.

El capital humano y el conocimiento se han convertido en los activos estratégicos que permiten la prosperidad de las sociedades. El sistema educativo en general, y las universidades en particular, deben desempeñar, hoy más que nunca, un papel destacado en la competitividad de Galicia. Hoy en día la creación y transmisión de conocimientos requiere, no solo instituciones dedicadas al estudio y la investigación, sino todo un entramado adicional de relaciones con el mundo productivo, con el tejido empresarial, y con la sociedad civil.

Por ello, proyectos como los Campus de Excelencia Internacional como el Campus del Mar o el Campus Vida, de los que hablamos en el nuevo número de Innovamás, son tan importantes para el futuro de nuestra comunidad. Están orientados a favorecer la intercomunicación entre Universidad, sociedad y territorio, y a poner todo su potencial científico al servicio de la tarea común de mejorar la eficiencia y la calidad de vida de nuestra ciudadanía. Su objetivo es contribuir a posicionar a Galicia en el ámbito internacional de formación, talento y conocimiento, e irradiar una imagen de región innovadora que atraiga recursos y fomente las alianzas y la cooperación internacional.

Las ciudades que logran captar y retener una masa crítica de talento creativo, son las que más crecen y mejor nivel de vida poseen. El nivel económico de las ciudades está directamente relacionado con la clase creativa. Por ese motivo ya no es suficiente gestionar la universidad desde una perspectiva exclusivamente académica, sino que ésta debe gestionar su reputación para atraer a las personas con más capacidades a su entorno.

Una universidad con reputación es aquella que es excelente en algo y además es reconocida por eso (investigación marina en el caso del Campus del Mar, biotecnología en el caso del Campus Vida), que es moderna y está conectada con su región, que desarrolla las nuevas tecnologías, que está comprometida con los problemas de su tiempo (como la lucha contra el cambio climático), que está integrada en el sistema productivo y que aborda una gestión decidida de la calidad y de la dinamización cultural.

Según el índice de talento español, definido por las variables de capital humano y capital creativo, esto es, con estudios universitarios, las provincias que se sitúan entre los tres primeros lugares son Madrid, Vizcaya y Salamanca. Las gallegas se sitúan en los puestos 21º (A Coruña), 42º (Ourense), 43º (Pontevedra) y 46º (Lugo), lo que indica que este tema sigue siendo una asignatura pendiente en Galicia, y que todavía estamos empezando a dar los primeros pasos en la buena dirección.

Está comprobado que las personas que disponen de un talento creativo constituyen el motor y el esqueleto para generar economías dinámicas. La Universidad debe funcionar, por lo tanto, como motor de desarrollo local, capacitando a nuestras ciudades como lugares que atraigan, desarrollen y fidelicen al mejor talento innovador. Y el mejor talento solo es fidelizado cuando la calidad del entorno y el contexto universitario y empresarial son excelentes.

Tesa Díaz-Faes, directora de Innovamás

El quinto número de Innovamás ya está disponible en nuestra web, www.revistadeinnovacion.com




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